martes, 29 de septiembre de 2020

DE LA VUELTA A CASA QUE NADIE HABLA

 

    La realidad siempre es cambiante y nos vamos ajustando a ella día a día casi sin darnos cuenta, sin embargo, la pandemia nos ha dado una bofetada haciéndonos cambiar todo de un plumazo y dejándonos claro que lo único que prevalece en el tiempo son los cambios continuos, por tanto, de nosotros depende que la adaptación a esta “nueva normalidad” sea eficaz y segura para no dar pasos en falso porque un paso en falso es lo que nos separa de la catástrofe sanitaria y económica.

 

    Mucho se ha hablado de la vuelta a clases y de los protocolos que allí se deben seguir con la única finalidad de garantizar la seguridad sanitaria de nuestros hijos (y eso ya es harina de otro costal) pero ¿Quién nos ha instruido sobre la forma correcta de “volver a casa”? Y me refiero a la vuelta a casa después del cole de forma segura y que no permita contagios por traspaso del virus de objetos a personas. He aquí los pasos que, después de mucho investigar ya que no hay casi material en internet sobre esto, sugiero como práctica cada vez que recojamos a nuestros hijos del cole/insti y partiendo de la premisa que han estado en contacto con alguien contagiado (que si nos ponemos en lo contrario no habría que cuidarse):

1) La mascarilla permanecerá puesta hasta llegar a casa.

2) Limpiar las manos del niño con gel hidroalcohólico tan pronto salga del colegio/instituto.

3) Una vez que se llega a casa retirar la mascarilla, para ello debe disponerse según corresponda:

· Desechable: directamente en una papelera con tapa.

· Reutilizable: directamente en un recipiente con tapa (o bolsa plástica con cierre) para su posterior lavado. Aquí aprovecho para hacer un inciso importante: debe llevar un calendario para registrar el  número de usos y lavados que le da a cada mascarilla de forma individual, por lo tanto las debe tener identificadas también individualmente, si son de distintos colores no hay problema, pero si son todas iguales le recomiendo marcarlas en una esquina con laca de uñas para poder llevar un registro apropiado y veraz. Si observa cualquier desperfecto o deterioro, lo mejor es desecharla.

4) Quitar el calzado del niño antes de entrar a casa o en la propia entrada según las características de cada caso. Si se puede dejar fuera, mejor, de lo contrario destinar un área de la entrada de casa para higienizar el calzado (una de las formas más fáciles y prácticas que he conseguido es poner una caja plástica con tapa en la entrada donde dejamos los zapatos) si no se puede disponer de esto, una bolsa plástica servirá para aislar adecuadamente el calzado hasta el momento de su limpieza.

5) Quitar el uniforme/ropa directamente en la ducha. La ropa debe colocarse en un bote con tapa o en su defecto, en una bolsa cerrada. El niño debe ducharse concienzudamente, aprovechando de soplarse la nariz en la ducha. No olvidar cepillar las uñas.

6) En el momento de poner el uniforme a lavar evitar sacudirlo o manipularlo de más. Si es posible, hacerlo con mascarilla y guantes. Si se lava en lavadora, el agua debe estar a 60ºC como mínimo. Lo ideal sería utilizar lejía pero dado que los uniformes son de color y que pueden resultar dañados, es recomendable añadir algún producto que sustituya a la lejía pero que no dañe los tejidos. Si se va a lavar a mano preparar el barreño con agua caliente y el jabón de lavar de su preferencia (recordar la recomendación de uso de lejía o su sustituto), diluir bien y remojar la ropa unos 30 minutos, después proceder al lavado a mano habitual. Enjuagar muy bien.

7) Si las mascarillas son reutilizables lavar siguiendo estrictamente el procedimiento indicado por su fabricante (no tire la bolsita en la que venía al comprarla, las instrucciones deben seguirse al pie de la letra para garantizar su funcionalidad, además, allí le indica el número exacto de veces que se puede reutilizar, ya que cambia de una a otra).

8) Para higienizar el calzado lo principal sería lavarlo pero dado que puede resultar imposible lavarlo a diario, lo siguiente es lavar las suelas con agua con lejía y limpiar el resto con un paño impregnado en agua con lejía (o cualquiera de sus sustitutos). Si el zapato es de tela se puede utilizar un espray higienizante indicado para textiles, ahora en el mercado la oferta se va haciendo cada vez más amplia. Lo propio sería que contenga alcohol, lejía o alguno de sus sustitutos.

9) Las bolsas plásticas utilizadas para guardar calzado, ropa o mascarillas debe ser desechada o sumergida en una solución de agua caliente, jabón y lejía durante 30 minutos para su posterior lavado y enjuague a conciencia (no carguemos más al planeta con nuestra basura, no olvidemos que sigue siendo vital reciclar).

10) Recuerde desinfectar los objetos de uso diario tales como gafas, sus estuches, aparatos de oído, muletas, etc.

 

    Me he dejado para el final la desinfección de los objetos “anexos” al colegio/instituto como lo son mochilas, material escolar, botes de comida, etc., sin embargo esto debe hacerse a la par que todo lo demás. Para esto el protocolo es el mismo que el utilizado con los zapatos. Además lo recomendable es limpiar todo el material con el que el niño tenga contacto: lápices, creyones, rotuladores, sacapuntas, estuches, libretas y libros, calculadoras, bolis, móviles, tablets, y un largo etc.

 

    Por otra parte, aunque lo recomendable son los envases de usar y tirar tanto para la comida como para el agua, no debemos dejar de lado la lucha por el cambio climático así como, lo que nos supone económicamente este gasto añadido, dicho esto, si Ud. es de los que continúa usando los botes de siempre, es muy importante que los desinfecte de la forma apropiada: sumergirlos en una solución de agua caliente, jabón y lejía durante 30 minutos, para después proceder a su lavado habitual.

 

    Después de todo esto tenemos al  niño y sus pertenencias listos para volver a la acción pero, la verdad sea dicha, cuando he visto escrito todo el procedimiento me han entrado en cuerpo varias sensaciones desagradables y me he quedado con algunas preguntas ¿Es necesario todo esto? ¿Estaré exagerando? ¿Si hace falta todo este proceso diario cuando vuelven, será que si están seguros en el colegio/instituto? ¿Nos habremos vuelto locos todos?

 

    Solo el tiempo me dará las respuestas, pero mientras tanto, seguiré extremando las precauciones por mis hijos y también, por los tuyos.




Por: Daisy Acosta Hasslund

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